miércoles, 2 de marzo de 2011

SON MIS AMIGOS, EN LA CALLE PASÁBAMOS LAS HORAS...


Hay días que no te imaginas. Cosas que pueden suceder y te hacen sentir diferente. Días en los que resurge una de esas amistades que ya creías disipada. Crees que la esperanza está perdida y de pronto, te das cuenta que tienes mucho que contar, decir, sentir.

Esa llamada, esa visita, te llena de un sentimiento extraño. Vuelves a vivir sin pensarlo. No creías que una conversación (seguramente pendiente), una coca cola, una sonrisa… te pudieran volver a hacer sentir eso que anhelabas tanto.

La amistad renace, porque la esperanza de un encuentro, te alegra la vida. Es sencillo y no lo crees. De repente, no quieres irte, quieres estar ahí, quedarte... Recuerdas historias, anécdotas. Eres distinta, te sientes diferente.

La amistad… complejo explicar lo que es. Para mí no es solo tener a alguien con quien charlar, a quien contarle tus secretos, con quien ir de fiesta o simplemente con quien tomar algo una tarde. Es mucho más, la amistad supera todos los límites que la vida nos presenta. La amistad verdadera es como una carrera llena de obstáculos que hay que ir sorteando, costarán más o menos pero las únicas que aguantaran hasta el final serán las que realmente valgan la pena, hay quienes se rendirán, o simplemente se cansarán de ser amigos tuyos para buscar otras amistades, otras vidas, otras carreras. La verdadera amistad no entiende de cansancio, no entiende de obstáculos, tan sólo entiende de metas que alcanzar.

El verdadero valor de la amistad es superar lo imposible: aprender a entender, a escuchar y sobre todo a perdonar. La amistad es un don que a veces puede llegar a confundirnos sobre dónde se encuentra la verdadera frontera entre la amistad y el amor. En una ocasión leí que ésta frontera a veces puede resultar difusa…¡cuánta razón!

Lo importante de una amistad es “acompañar”. No es indispensable hablar. Lo que vale es respetar el sentir verbal o silencioso, latente o manifiesto de compañía o soledad. Acompañar es intuir la carencia del otro. Es un servicio de lealtad, un punto de contacto: más cerca de los sentimientos invisibles que de la mera proximidad física. Acompañar no es pared sino puente.

Así que “No digas nada, absolutamente nada”. Lo que importa es estar ahí en el momento justo. Y a veces es difícil acertar, por mucho que conozcas a la persona, en una situación complicada no sabes si haces falta o molestas. Es complicado, como todo lo que se refiere a relaciones humanas.

Una presencia discreta aunque tímida. Un cruce de miradas. Un gesto amable. Una atención. Un acogedor abrazo… Siempre fortalecen. Lo importante es seguir estando cuando los otros ya “han cumplido.”

Tenemos amig@s en las distintas estaciones de nuestra vida. Le damos diferentes grados de importancia y trascendencia. Nacen de inquietudes, pasatiempos, o incluso de enemigos comunes. Algunas tardan años en consolidarse y otras tan solo unos minutos.

La amistad es una de las relaciones más importantes: durante muchos años deje de creer en ella, creía que se puede vivir sin amigos, que es mejor vivir sola porque no hay sinceridad entre personas, pero gracias a una amiga “repescada del pasado”, últimamente tengo fe, me doy cuenta que me ayuda cuando estoy en mal, cuando estoy nerviosa, sé que puedo contar con ella y, por otro lado, me hace olvidar los problemas.

Siempre debemos estar agradecidos por una amistad: los de aquí, los de allá, los presentes, los ausentes, los reales, los imaginarios, a aquellos que lo han sido en momentos maravillosos e importantes y a aquellos que diciéndose amigos no lo han sido.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena nena!
    Un amigo es el espejo de uno mismo. Es cierto que muchas veces nos encontramos con gente que creemos que son amigos y no lo son. Son gente que está de paso, esas personas nos dejan enseñanzas y recuerdos para siempre.
    Un amigo aunque no esté presente, lo está; es quien te dice las cosas que no nos gusta escuchar pero lo hace de la manera más dulce.
    Así que ya sabemos, a cuidar esos amigos!!1

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  2. Me alegra que esa amiga te haya reencontrado con la amistad. Los amigos y la familia siempre son importantes.

    Besos.

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